sábado, 25 de abril de 2009

24 de abril: Día Internacional de la Toxicología


DOS OBJETIVOS GENERALES:

1)      Promover el conocimiento de la figura y de la obra histórica de Mateo Buenaventura Orfila, como paradigma de la mentalidad científica y como iniciador de la toxicología moderna, sus recursos experimentales y sus fundamentos anatomoclínicos.

2)      Difundir el conocimiento general de las disciplinas toxicológicas, especialmente en los distintos niveles educativos y poniendo de manifiesto, entre otras cosas:

·         Su utilidad como servicio público a los ciudadanos, con plenas atribuciones preventivas, asistenciales e investigadoras.

·         La particular evolución histórica de esta disciplina, desde los comienzos de la toxicología criminal, centrada sólo en la constatación de una intoxicación intencional, hasta el amplio territorio de implicaciones que envuelve hoy a numerosos campos del saber.        

·         Sus posibilidades de futuro como campo de investigación y de dedicación profesional para las nuevas generaciones de toxicólogos.

 

SEIS PROPUESTAS CONCRETAS:

         A modo de sugerencias para la conmemoración anual del Día Internacional de la Toxicología, se proponen las siguientes actividades:

1)      Edición facsimilar de las obras científicas de Orfila. Proyecto que podría espaciarse en el tiempo, a razón de un título cada año, hasta completar su producción más significativa. Podría incluirse también un volumen final que compendiara otros trabajos menores.

Me consta que la Librería París-Valencia[1] emprendió hace años una tarea de reedición de algunas obras clásicas, sobre todo del XVIII y del XIX, en edición facsímil. Se podría utilizar esa infraestructura editorial ya existente, buscar otras alternativas institucionales o incluso pensar en una publicación electrónica en CD-ROM, que permitiría disfrutar aún mejor de las láminas en color que acompañan la obra. La empresa Faximil Edicions Digitals[2], en colaboración con la Universidad de Valencia y la Biblioteca Valenciana, ha elaborado material de este tipo, coordinado por el profesor José María López Piñero. El resultado es una obra de consulta que permite, además, el placer estético de las excelentes ilustraciones.

En cualquier caso, debo advertir que la publicación en España de la obra de Orfila sería, sobre todo, una cuestión testimonial, ya que muchas de sus obras están ya disponibles en francés en la página web de la Bibliothèque Interuniversitaire de Médecine de Paris (BIUM), pudiendo consultarse, página a página, de forma libre y gratuita[3].

2)      Por tanto, la confección de una buena página web sobre la obra de Orfila, que disponga de los enlaces oportunos a dichas fuentes, así como de un buen aparato crítico y bibliográfico, podría ser, en definitiva, una alternativa más económica y más práctica en este sentido.

3)      Creación del Premio Orfila a la divulgación toxicológica, con carácter anual, como reconocimiento a personas o instituciones que hayan destacado profesionalmente en:

·         Tareas de información toxicológica a la población en general o de divulgación rigurosa de conocimientos en un lenguaje asequible al gran público.

·         La difusión de conocimientos y recursos toxicológicos para los profesionales de la educación o de las ciencias biosanitarias.

·         una trayectoria docente y/o investigadora de relevancia en materia de toxicología.

Una comisión, oportunamente establecida al efecto (buscando siempre la más amplia representación de los diversos campos de la toxicología), recabaría la información necesaria, elaboraría la relación de candidatos y, tras valorar los méritos que concurren en cada uno de ellos, decidiría en consecuencia.

4)      Una conferencia o lección conmemorativa, en la línea de los objetivos generales propuestos en este borrador. 

5)            Elaboración de materiales didácticos específicos para la enseñanza secundaria en materia de Toxicología:

A pesar de que los tóxicos han dejado de ser venenos criminales y se han metido en nuestra casa en forma de medicamentos, alimentos y productos del hogar o están presentes en nuestros ecosistemas más antropógenos, comprobamos muchas veces cómo la mentalidad del gran público sigue aún anclada en la concepción tradicional de la toxicología como “ciencia de los venenos” o como simple fustigadora de los hábitos de abuso, pasando por alto, por ejemplo, la tarea de vigilancia preventiva que hoy desarrolla, especialmente en el terreno laboral, alimentario y medioambiental y la relevancia social de este trabajo, tantas veces desconocido. Urge, pues, una presencia más relevante de los temas de Toxicología, en todos los niveles educativos, pero especialmente en el diseño curricular de la enseñanza secundaria y el bachillerato.

Los alumnos de estas edades ignoran, en general, que existe esta disciplina, metodológicamente bien establecida, con una función social clara que cada vez se muestra más útil. A esto se añade, además, un problema toxicológico acuciante: la disponibilidad de las drogas de abuso en un periodo vital particularmente crítico y en medio de un desconocimiento generalizado de consecuencias y efectos.

Oportunidades no faltan: los objetivos didácticos y los contenidos en las asignaturas de Biología, Ecología, Introducción a las Ciencias de la Salud (ICS) y Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente (CTMA), permiten holgadamente la inclusión de actividades, adaptadas a esta edad, que permitan un mejor conocimiento de la Toxicología, sus implicaciones y sus métodos. Dichas actividades podrán hacerse coincidir en el calendario con la celebración del 24 de abril.

6)      Ofrenda floral en el cementerio de Montparnasse: 

Aunque la admiración que sentimos todos por Orfila no tiene que ver con el culto personalista, sino con el respeto por su obra innovadora y rigurosa, nuestra tradición cultural sugiere incluir entre los actos del 24 de abril una ofrenda floral en el cementerio parisino de Montparnasse o en cualquiera de los bustos conmemorativos que recuerdan a Orfila.

Estoy convencido de que tanto la Embajada Española en París, el Govern de les Illes Balears, el Ayuntamiento de Mahón, la Universidad de París y las asociaciones de toxicólogos del país vecino serán muy receptivos a la iniciativa. ¿Qué tipo de ofrenda? Los tallos de la hermosa Digitalis purpurea han iniciado ya su floración por esta época en las regiones más meridionales. Y sus característicos racimos de flores colgantes son, quizá, uno de los muchos símbolos de la Toxicología.


Juan V. Fernández de la Gala

El Puerto de Santa María (Cádiz) ESPAÑA

24 de abril de 2006

                                                           


[1] Librerías “París-Valencia S.L.” http://www.parisvalencia.com/

[2] Faximil Edicions Digitals:   http://www.faximil.com/  Precisamente, su “Atlas y diccionario histórico de la plantas medicinales” de José María López Piñero, incluye algunas láminas de la obra de Orfila.

[3] La obra de (o sobre) Orfila puede consultarse directamente en http://194.254.96.21/livanc/?intro=orfila

Una vez encontrada la obra que se desea hojear se pincha en la opción “Page à page”.

[4] Véase al respecto la relación de cien referencias bibliográficas sobre Orfila que está disponible en: http://www.bium.univ-paris5.fr/histmed/medica/orfila/orfila01.htm

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